martes, 5 de octubre de 2010

Presencia de la Maestra Iliana Fuentes en el paisaje humano


Hay una parábola que siempre debemos tener a la vista, todos, todos, todos. Mejor aún, circulando en nuestro cuerpo y es que, cuando al llegar la tarde y acudas a rendir cuentas ante nuestro Supremo Creador y des tu informe acerca de la utilización de tu existir y todo lo que engloba por ejemplo, amor, fuerza, inteligencia, etc.: ¿qué trabajaste y obtuviste?, ¿qué vas a decir? ¿cómo manejaste el capital de tu vida? Escucha tus respuestas. Este preludio, es ahora que la Maestra Iliana Fuentes ha trascendido, en su haber vemos clara respuesta a quienes tuvimos amistad y acercamiento de su vida, activa, luchadora, noble amiga, pero también de temperamento cuando era menester.

Su participación, propuestas plásticas universales con el manifiesto de la belleza de la vida, y el candor (que ahora parece inexistente), la fuerza de la naturaleza y lo que arraiga. La dimensión de un artista es más objetiva cuando se presenta un buen conjunto de sus trabajos, por lo menos de un período de tiempo. El Museo Cuauhnáhuac se privilegió mostrando la obra de nuestra amiga bastante expresiva, impresionante y valiosa; quien al irse deja un vacío en las artes plásticas, pero su huella imborrable allí está.

Es triste ver que no exista un bitácora en la que se constate el tesoro o la riqueza de mentes valiosas y aquí un apunte de también el inolvidable, gran Manuel Aguilar de la Torre, quien como Iliana sigue en nosotros aunque oficialmente pese a su gran aportación a la literatura es inexistente.

Retomando a Iliana, quiero señalar, ilustró un libro acerca de las plantas de nuestro país, su función curativa, hermoso libro que trabajó e investigó con mucha dedicación y con la asesoría de su también talentosa Margarita la bióloga (Margarita Aviléz) por quien siempre manifestó gran aprecio y respeto. Podría extenderme, su vida ha sido tan rica, productiva, energía incansable, y la remito a mi catálogo virtual de vidas ejemplares. Ojalá el Estado de Morelos llegara a editar este libro. En los momentos que compartí con ella, siempre sentí el amor y admiración hacia sus dos hijas quienes también tienen el mismo temple, Mujeres de Vanguardia.

Iliana donde estés… te extrañamos. Y yo me digo, está ocupada y como siempre planeando y creando, gran amiga, el mundo del arte cuenta contigo y también todos los que tuvimos el regalo de Dios, tu amistad. Gracias Iliana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario